Tres veleros históricos se dan cita estos días en el puerto de A Coruña dando lugar a una inusual estampa en los muelles herculinos. Se trata del Atlantis, el Eye of the Wind y el Gulden Leeuw, tres espectaculares navíos que suman en sus cuadernas la friolera de 310 años. Más de tres siglos de historia reunidos en aguas de la bahía coruñesa.
Atlantis: el más viejo del trío
Atracado en las instalaciones de MarinaCoruña desde esta mañana, el Atlantis es el más viejo de este venerable trío de joyas marítimas. Su botadura data de 1905. Para que se hagan una idea: el R.C. Deportivo de La Coruña aún no existía cuando este buque surcaba ya las aguas.
Construido bajo el nombre de Bürgermeister Bartels («Alcalde Bartels») en el astillero Wichhorst de Hamburgo se usó como buque faro durante más de 70 años en una de las estaciones del río Elba. Ya obsoleto y en un estado muy deteriorado el barco aún se utilizó durante algunos años más por el cuerpos de bomberos de Hamburgo para realizar prácticas en la extinción de incendios.
Aquí debería haberse acabado en buena lógica la vida marinera de este buque pero por fortuna el Capitán H. Paschburg se enamoró de él y lo adquirió con el objetivo de reconvertirlo en un buque de cruceros a vela. Entre 1984 y 1985 el barco fue reconstruido en Hamburgo y posteriormente en la ciudad polaca de Szczecin y rebautizado con el nombre de Atlantis.
Desde entonces el velero ha cambiado de propietarios en numerosas ocasiones, siendo reformado y reaparejado varias veces. En la actualidad el Atlantis está aparejado a modo de bergantín-goleta y registrado en los Países Bajos. El buque realiza cruceros chárter navegando principalmente por el Báltico en verano y por el Mediterráneo durante el invierno. Pese a su aspecto y edad el Atlantis cuenta con unos interiores muy lujosos, pudiendo albergar a 34 pasajeros.
Eye of the Wind: un buque de película
No mucho más moderno es el buque que se encuentra atracado a popa del Atlantis. Viéndolo acercarse lentamente con su velamen desplegado el Eye of the Wind parece sacado de una película de piratas y la realidad no se separa mucho de esta imagen como veremos a continuación. Construido en 1911, este velero de dos mástiles aparejado en bergantín es todo un habitual de los pantalanes coruñeses. En sus inicios funcionó como buque de carga para intereses alemanes y suecos realizando rutas por el Báltico y el Mar del Norte. También se usó para la pesca de arenque en la costa de Islandia durante el verano.
Más tarde el barco, despojado ya de sus mástiles, pasó a funcionar como nave a motor y en 1969 sufrió un gran incendio que lo dañó gravemente, hasta el punto de hacerlo desaparecer.
En 1973 y tras muchos avatares fue reconstruido por un grupo de entusiastas de los navíos clásicos que lo reconvirtieron en bergantín y lo rebautizaron como Eye of the Wind, inspirándose en el libro de Sir Peter Scott publicado en 1961. Tras casi cuatro años de trabajos el velero zarpó de Plymouth como el buque insignia de la “Operación Drake”, una expedición científica de dos años de duración patrocinada por el Príncipe de Gales que circunnavegó el globo.
Su presencia en esta expedición granjeó mucha fama al Eye Of The Wind, consiguiendo varios contratos en Hollywood para rodar películas como “El Lago Azul”, “Tormenta Blanca” o “Tai-Pan”. Fue en el rodaje de este último filme donde los productores de la misma equiparon al velero con un conjunto de velas de color canela para crear el efecto de dos naves distintas. El velamen se conservó después de la filmación y hoy en día constituye una de las principales señas de identidad del navío.
Desde 2009 el Eye Of The Wind pertenece a un grupo empresarial alemán y realiza programas de entrenamiento para jóvenes además de cruceros chárter por todo el mundo, como el que le ha traído a nuestra ciudad.
Gulden Leeuw: El renacido león dorado
En la punta del muelle de Calvo Sotelo se encuentra atracado el ejemplar más grande del trío (70´ 1 metros de eslora total). Un buque de espectacular aspecto que atiende al nombre de Gulden Leeuw (“León Dorado” en neerlandés). Su elegante apariencia actual sin embargo poco o nada tiene que ver con el que el buque tenía originalmente como veremos a continuación.
Se construyó en 1937 para el ministerio de agricultura y pesca danés bajo el nombre de Dana. Durante esa época el buque, con capacidad para navegar entre hielos, se dedicó a la realización de estudios en biología marina tanto en aguas nacionales como internacionales. En 1980 la nave se vendió al grupo Bertra International que lo rebautizó como Dana Researcher, continuando con su labor investigadora. Años más tarde se vendió a la naviera Esvagt, que lo convirtió en un buque de apoyo offshore bajo el nombre de Esvagt Dana. En 2000 el navío volvió a cambiar de dueño, pasando esta vez a manos de la Escuela Naval danesa de Nyborg que lo renombró Dana Nyborg y lo dedicó a labores de buque escuela. Viendo abajo las fotos de esta etapa y su imagen actual, cuesta creer que se trate del mismo buque.
Sus actuales propietarios, dos matrimonios neerlandeses cuyos integrantes se conocen desde la niñez, compraron el barco en el año 2007 con el propósito de convertirlo en un gran velero de tres mástiles cuyo diseño de cubierta recuerda al de los yates clásicos de los años 30. Tras 3 años de trabajos el nuevo Gulden Leeuw vio la luz a mediados de 2010 y desde entonces se dedica a ofrecer cruceros por el Mar del Norte y el Báltico, participando ocasionalmente en regatas internacionales. De hecho aquí en A Coruña muchos lo recordamos como una de las estrellas de la Tall Ships Races de 2016, siendo uno de los grandes veleros que más fotos acaparó durante la estancia de la regata en nuestra ciudad. En unos días el velero proseguirá su ruta hacia Santa Cruz de Tenerife en busca de aguas más cálidas.
Foto portada: Diego Veiga
