Normalmente las entradas del blog hablan de una escala concreta producida en nuestra ciudad pero la de hoy es distinta porque trata sobre tres escalas producidas en distintos días, en la coincidencia que supone que estas tres paradas se hayan producido en el intervalo de un mes y por encima de todo, que sus protagonistas hayan sido dos auténticas reinas de la navegación, el Queen Elizabeth y el Queen Victoria (éste por partida doble). Trío de Reinas. Puede que en el póker existan manos mejores pero para los coruñeses la jugada ha sido maestra.

El Queen Victoria realizó dos visitas a la ciudad el pasado mes de noviembre.
(Foto: Manuel Candal)

Estas tres relevantes visitas han tenido lugar durante el recién finalizado mes de noviembre. Fue el Queen Victoria el encargado de abrir la veda monárquica el pasado día 5 y posteriormente su cuasigemelo Queen Elizabeth calcó la jugada el día 16  para cerrar la tríada real de nuevo el Victoria el pasado sábado 28. Como ya han transcurrido bastantes días desde que tuvieran lugar estas escalas no tiene mucho sentido mencionar las horas de llegada o las características de las maniobras; sólo diré que con estas tres visitas los dos navíos de la Cunard han traído a la ciudad a unos 6.000 pasajeros y lo que es mejor, las dos Reinas han aportado a la urbe herculina una gran dosis de prestigio. Es lo que tienen las visitas reales.

Colores y nombres míticos.

Porque la cosa cambia cuando nos visita un crucero cualquiera a cuando lo hace un buque de la prestigiosa naviera Cunard. En una ciudad como A Coruña la presencia de este tipo de naves es ya bastante habitual hasta llegar el punto de no ser noticia en la mayoría de las ocasiones. Por el contrario la recalada de alguno de los actuales «cunarders» siempre tiene eco en los medios de comunicación. ¿Comprenden entonces por qué son tan llamativas estas tres escalas el mismo mes?. Pues imagínense lo que hubiera sido que ambos barcos hubieran coincidido el mismo día. La presencia de dos buques de la misma naviera atracadas en el mismo puerto siempre es todo un acontecimiento. Así de memoria recuerdo en el puerto herculino el atraque simultáneo de los buques Azura y Ventura en agosto de 2013 o la coincidencia durante la misma jornada de dos buques de MSC Cruceros o de Fred. Olsen Cruise Lines.

Azura (al fondo) y Ventura (en primer término) coincidieron atracados en A Coruña el 16 de agosto de 2013.
(Foto: Carlos Rapela)

Porque se trata de una naviera de gran tradición y prestigio y porque «Las Reinas» no son muy abundantes, la coincidencia de dos de ellas en una misma dársena se convierte automáticamente en una efeméride digna de salir en la prensa y pese a que no ha sido el caso de lo ocurrido en nuestra ciudad voy a aprovechar este post especial dedicado a los mediáticos «Queens» para repasar algunas de sus visitas simultáneas a lo largo de la historia.

El Queen Elizabeth atracado en A Coruña el pasado día 16.

Reyes y Reinas ha habido casi desde el principio de los tiempos pero si nos ceñimos a la naviera Cunard la era monárquica comenzó en la década de los 30 del pasado siglo con la aparición del Queen Mary. El que una naviera con el bagaje de ésta tardara 80 años en bautizar a uno de sus barcos usando tan majestuosa nomenclatura tiene su explicación; el nombre de los miembros de la corona británica se reservaba hasta entonces a los buques de la Royal Navy y quedaban vetados para los buques civiles. El cambio de esta norma no escrita se debió a motivos económicos. Con la construcción del futuro Queen Mary en marcha (aún sin nombre oficial por entonces) la Cunard Line se hallaba enfrascada en una batalla legal por hacerse con el control de su máxima rival, la White Star Line, pero ésta se resistía a hincar la rodilla a pesar de la difícil situación económica. Dicha situación se agravó a raíz del Crack del 29 cuyos efectos cruzaron el Atlántico generando una profunda crisis que provocó la paralización de la construcción del futuro «cunarder». Sólo la ayuda estatal podría llevar a buen puerto el proyecto. El gobierno aprobó una inyección económica pero que sólo se realizaría si la Cunard y la White Star  llegaban a un acuerdo de fusión. Tras arduas negociaciones se alcanzó ese acuerdo y se creó la Cunard White Star Line. El proyecto del nuevo buque insignia de la naviera podía seguír adelante.

Cunard y White Star Line se vieron obligadas a fusionarse con un papel preponderante de la primera sobre la segunda. A la hora de diseñar el nuevo logo corporativo no se complicaron; un mástil con los gallardetes de las dos compañías.

Solucionado el problema económico gracias al gobierno quedaba resolver una cuestión: el nombre del nuevo navío. En un principio el nombre del futuro buque estaba previsto que fuera Victoria pero la nueva situación corporativa obligaba a un cambio de planes. Tradicionalmente los navíos de la Cunard recibían nombres acabados con el sufijo «-ia» (Etruria, Mauretania, Lusitania…) mientras que los de su eterna rival, la White Star, lo hacían en «-ic» (Titanic). Ahora que las dos compañías navegaban en la misma dirección ¿qué fórmula se debía escoger?. Se tomó la salomónica decisión de prescindir de ambas nomenclaturas y abrir una tercera vía. Así fue como en 1936 vio la luz la primera reina, el RMS Queen Mary.

El legendario RMS Queen Mary, iniciador de la saga de «Las Reinas».
(Foto: Archivo Cunard)

Cuatro años después de que el primer Queen de la Cunard comenzara su andadura comercial se botó la segunda reina, el Queen Elizabeth, en esencia una versión mejorada del Queen Mary con ciertos cambios estéticos (dos chimeneas en lugar de tres). La botadura del nuevo «cunarder» fue muy distinta a la de su predecesor; inmersa Gran Bretaña en la II Guerra Mundial el Queen Elizabeth fue lanzado al agua a toda prisa y enviado en secreto a Nueva York todavía sin finalizar. El motivo de su rápido lanzamiento fue que constituía un enorme y goloso objetivo para la aviación alemana y a que la grada que ocupaba en los astilleros del río Clyde se necesitaba para la construcción y reparación de unidades militares.

El segundo de la saga, el RMS Queen Elizabeth, facilmente distinguible del Queen Mary por sus dos chimeneas.
(Foto: Archivo Cunard)

La ciudad de los rascacielos fue testigo del primer encuentro de 2 «Queens» en la historia de la Cunard. La fecha, que ya figura en los anales de la historia marítima, fue el 7 de marzo de 1940, cuando el Queen Elizabeth llegó a los «docks» de Manhattan y conoció a su cuasigemelo Queen Mary, que permanecía amarrado junto a otros célebres trasatlánticos por la diifícil situación internacional que había convertido a estos navíos en objetivos prioritarios de la amenaza nazi.

 
Una foto histórica. Las dos Reinas, RMS Queen Elizabeth (a la derecha) y RMS Queen Mary (en el centro de la foto) atracadas en el muelle de la Cunard de Nueva York. Les acompaña otro histórico de la navegación trasatlántica, el francés SS Normandie (izquierda). 
(Foto: Archivo Cunard)

Los «Queens» originales continuarían coincidiendo en multitud de ocasiones a lo largo de su vida, primero durante el transcurso de la Gran Guerra, donde ejercieron un valiosísimo papel como transportes de tropas, y posteriormente de vuelta al servicio comercial donde permanecieron hasta la década de los 70 como amos y señores del Atlántico Norte.

En esta foto tomada en septiembre de 1946 en Southampton podemos ver al Queen Elizabeth (izquierda) repintado ya con sus colores corporativos a punto de iniciar su andadura como buque civil mientras que el Queen Mary (derecha) aún luce su «look» militar de cuando desempeñaba su función como transporte de tropas.
(Foto: Archivo Cunard)

La irrupción del avión a reacción a finales de los 50 y su consolidación a principios de los 60 condenó a la extinción a los grandes trasatlánticos y los «Queens» originales no se libraron de la quema, aunque antes de ser vendidos a diferentes intereses la Cunard ya había dado orden de construír una nueva reina, el a priori anacrónico Queen Elizabeth 2 y que a la postre se convertiría en el buque  más longevo en toda la historia de esta naviera. Durante 35 años el QE2, como popularmente era conocido este navío, fue la única reina que surcó los mares con los colores de la Cunard. Todo parecía indicar que la saga de los «Queens» llegaría a su final con la entrada en el siglo XXI pero entonces sucedió lo inesperado…

De momento lo dejamos aquí. En la segunda parte de esta entrada seguiré comentando otras fechas históricas relacionadas con las Reinas de la Cunard.