El pasado 13 de febrero el buque Saga Pearl II efectuaba una nueva visita al puerto coruñés pero que en esta ocasión tenía un matiz que la hacía distinta a todas las anteriores; y es que el pequeño buque de Saga Cruises se despedía de A Coruña de manera definitiva tras muchos años de frecuentes visitas. Sus casi cuatro décadas de vida marinera han estado llenos de éxitos y fracasos comerciales casi a partes iguales, un buen puñado de nombres inscritos en sus costados y mil y una anécdotas que dan para un libro. Yo por mi parte he decidido dedicarle un post (bueno, dos) contando su historia y que es mi pequeño homenaje a este buque que tantas buenas jornadas «afotadoras» nos ha brindado a los shipspotters coruñeses en sus muchas escalas en la ciudad.

Buceando por internet te encuentras documentas gráficos tan interesantes como éste: se trata del Saga Pearl II con su denominación original atracado en el puerto de Hamburgo. A la vista de lo engalanado que luce posiblemente se trata de las horas previas al inicio de su singladura inaugural.
(Foto: autor desconocido)

La historia de este excepcional navío se remonta a principios de la década de los 80 del pasado siglo, concretamente a finales de 1981, cuando en los astilleros Howaldtswerke-Deutsche de la ciudad de Hamburgo veía la luz nuestro protagonista de hoy. Se trataba de un encargo para la Hadag Cruise Line,
una compañía con sede en la misma ciudad a la que la factoría ubicada a orillas del río Elba entregaría un moderno navío de
tamaño medio de 18.835
toneladas de registro bruto y 2.500 toneladas de peso muerto, 164´3 metros de eslora, 22´8 metros de
manga, un calado de 6´1 metros y que en su interior podía albergar a
un total de 638 pasajeros con una tripulación de 220 personas. De la propulsión se encargaban 4 motores MAN 6L40/45 que generaban una potencia total de 13.200 caballos acoplados sobre 2 ejes y 2
hélices de paso variable que le permitían alcanzar  unas velocidades de 18
nudos. En sus amuras el flamante nuevo buque lucía un nombre bien distinto al actual, Astor, si bien al principio iba a llamarse Hammonia.

  

 El Astor tocando el agua por primera vez.
(Foto: DDGhansa)

A nivel estético si algo destacaba sobremanera en el nuevo navío eso era sin duda su llamativa chimenea, de unas dimensiones desproporcionadas en comparación al resto de buque. Su diseño resulta incluso hoy, casi cuatro décadas después de su botadura, muy original. Además de inusual, la chimenea del Astor, hoy Saga Pearl II, hace que  al verlo en la lejanía la silueta de este buque resulte inconfundible.. o casi, y es que hay otro barco surcando los mares que tiene una exactamente igual y no por casualidad como veréis más adelante.  

La chimenea del Saga Pearl II resulta inconfundible y le otorga al buque una incuestionable personalidad.

La intención de la Hadag Cruise Line era que el Astor, dedicado en exclusiva al mercado alemán, consiguiera acabar con la hegemonía de la por entonces imbatible Hapag-Lloyd pero con lo que no contaban era con la brutal respuesta de su histórica rival: la introducción del buque Europa, que en su día se convirtió en uno de los navíos de pasaje más grande jamás construido. Los caprichos del destino querrían que tres décadas después los dos buques otrora rivales se convirtiesen en compañeros al acabar ambos defendiendo los colores de Saga Cruises (el Europa es el actual Saga Sapphire). Tras un tiempo sin el resultado comercial esperado, lo que se tradujo en unas pérdidas de un millón de marcos alemanes de la época, a finales de 1983 la Hadag tomó la decisión de deshacerse del Astor tan sólo 22 meses después de su estreno.

Arriba: El Astor atracado luciendo los colores originales de la Hadag Cruise Line.
Abajo: El portentoso Europa, botado en la misma época, fue en parte el culpable del fracaso comercial del Astor. El buque de HAPAG-Lloyd practicamente doblaba en volumen a nuestro protagonista.
(Foto arriba: John Jones)
(Foto abajo: Mr. DOT)

Al tratarse de un buque de nueva factura al Astor no le faltaron novias y en febrero de 1984 se formalizó la venta a la compañia sudafricana South African Marine Corporation de Ciudad El Cabo, más conocida como Saframarine. La intención de Saframarine era la de utilizar su nueva adquisición para recuperar la ruta tradicional entre Reino Unido y Sudáfrica sustituyendo así a los antiguos «liners» de la Union Castle. Sin embargo pronto se comprobó que la compra había sido un completo error; el Astor
demostró nos ser el buque adecuado para realizar esa travesía debido a
la escasa potencia de sus motores y para colmo éstos empezaron a dar problemas, lo que ocasionaba importantes retrasos y cuantiosas pérdidas económicas. Ante el desastre financiero que se avecinaba la Saframarine decidió vender el barco y encargar otro basado en él pero con mejores
cualidades mecánicas y ligeramente más grande al que en el colmo de la originalidad también llamaron Astor.

La aventura africana del Astor fue un estrepitoso fracaso. En esta foto podemos ver a nuestro protagonista con la librea de Saframarine zarpando de Ciudad El Cabo en mayo de 1984.
(Foto: Brian Fisher)

Tras su desastre africano nuestro protagonista pasó a manos de la Deutfracht Seereederei germana, en una operación muy compleja al tratarse de una compañía ubicada en la entonces Alemania Oriental y por tanto situada en el bloque comunista. Durante su etapa al otro lado del telón de acero el buque fue bautizado como Arkona en homenaje al mítico transatlántico alemán Cap Arcona de la década de los 30 y realizó cruceros por la Europa Occidental en verano y por Cuba en invierno. Tras la caída del muro de Berlín en 1989 y la consiguiente reunificación alemana el Arkona pasó a manos de la sociedad Deutsche Seereederei de la ciudad de Rostock y más tarde, en 1998, cambió nuevamente de manos siendo adquirido por Arkona Touristik. Fue una época muy compleja con varios dueños y numerosos operadores que lo fletaban bajo régimen de chárter.

Arriba: El Arkona es despedido con música a pie de muelle el 15 de octubre de 1985, día en que partió en su travesía inaugural durante su nueva etapa abanderado en Alemania Oriental.
Abajo: Durante su etapa como Arkona nuestro protagonista visitó A Coruña varias veces. La foto corresponde a una escala realizada en junio de 2001.
(Foto arriba: wikipedia)

En febrero de 2001 el Arkona fue vendido a la compañía rusa Sovcomflot y pasó a ser operado por Transocean Tours, una naviera
especializada en el mercado alemán y británico que lo rebautizó poco después como Astoria. El motivo de este cambio de nombre fue que en aquel momento Transocean tenía fletado un buque denominado Astor, que no era otro que el barco que sustituyó a nuestro protagonista tras su fracaso africano en la compañía Saframarine y que aunque de aspecto muy parecido presentaba unas dimensiones algo mayores.

No confundir: Aunque pueda parecer el mismo barco, el de la foto no es nuestro protagonista sino el navío que Saframarine mandó construír para sustituirle. En esta foto lo vemos entrando en la ría herculina en mayo de 2012.

La operativa del Astoria con Transocean Tours gozó de cierto éxito durante los primeros años del nuevo milenio sin embargo la llegada de la crisis asestó un duro golpe a este pequeño touroperador. Para complicar todavía más las cosas, en noviembre de 2008 al Astoria le fueron detectados severos problemas mecánicos durante unos trabajos de mantenimiento realizados en Barcelona previos al inicio de un viaje de vuelta al mundo que tuvo que ser cancelado, con las consiguientes pérdidas económicas para la compañía. Durante los 6 meses siguientes el buque permaneció amarrado en el puerto de la ciudad condal  debido a la difícil situación económica tanto de sus legítimos propietarios como de Transocean Tours, incapaces ambos de afrontar la costosa reparación. El futuro del Astoria, con casi 30 años sobre sus cuadernas, se presentaba lleno de negros nubarrones.

La crisis y los problemas mecánicos parecían haber sellado el destino del Astoria en 2008.
(Foto: Vladimir Knyaz)

De momento lo dejo aquí. En la segunda parte os seguiré contando la historia del Saga Pearl II, un clásico de los mares que está a punto de decirnos adiós.

Salvo las que así lo indiquen, las fotos de esta entrada han sido realizadas
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.